Raúl nos enseña una peculiar cadena de restaurantes no muy recomendable para aquellos a los que les guste comer tranquilos, y es que el sentido del espectáculo de los estadounidenses a veces se les va de las manos. Los Rainforest Cafe son una propuesta que combina restauración y entretenimiento, y que aunque pueda sorprender, ha alcanzado el éxito de forma explosiva:
El primer local se inauguró en Minessota en 1994. En 1997 ya eran 6 en Norteamérica, y la franquicia continuó expandiéndose en los años posteriores con nuevas sucursales en EEUU, México, Japón, Francia, Dubai... En la actualidad son 32 locales.
La propuesta del local es sencilla: tomar algo o comer en medio de un entorno selvático salvaje. Todo ello aderezado con acuarios, decorado, robots de animales (animatronics como los de las películas de los 80 y 90, antes de que el ordenador monopolizara los efectos especiales), tormentas ocasionales e incluso lluvia artifical.
La propuesta gastronómica consiste en aperitivos, ensaladas, sopas, carnes, pescados, pastas, hamburguesas y sandwiches de inspiración exótica, tropical, picante... Y el plato estrella del menú es el Sparkling Volcano: un postre emulando un volcán con brownie, helado y bengala.
Veamos a Raúl con los suyos en el Rainforest Café:
